Navidad y notas

Leí por ahí que un motivo de ansiedad de muchos niños es saber que las notas de diciembre llegarán antes deimages-1 los regalos de Navidad…y la de los padres y madres.

Han llegado las notas. En Europa, del primer trimestre, en el hemisferio sur, o una buena parte de él, del final del curso. Si bien ellas no nos indican -nunca- lo inteligente o no que es la alumna o el alumno, sí nos indican las dificultades que puede estar teniendo para entender, encajar en aprendizajes previos y manifestar lo que en la escuela le están enseñando.

Si las notas son satisfactorias , reconozcamos los esfuerzos hechos. Es necesario, aunque pensemos que «es su obligación». No hablo de premiarlos con algo, ni comprarles más cosas. Es más productivo reconocer lo hecho verbal y no verbalmente,  ayudándolos a evaluar que cuando hay esfuerzo, los objetivos se consiguen.

Haz que sientan la diferencia entre tener buenas notas y no tenerlas, se lo han ganado. Muchos chicos y chicas me dicen «¡da igual lo buenas que sean mis notas, en vacaciones tengo que estudiar igual!»

Planifica con ellos estos días, no estudiar no significa estar todo el día con los videojuegos o el ordenador viendo vídeos. Pintar, cocinar, hacer bizcochos ( y si es juntas/os, mejor) son un buen sustitutivo del estudio, aprendemos otras cosas, y cuando os lo paséis genial veréis que es otro tipo de «premio»

Si las notas no son las esperadas, os damos cinco pautas para superar este trance. Son fechas especiales, familiares y es importante, sobre todo, separar las notas del amor que les tenemos. No mezclemos una cosa con otra, por favor. Son muchos los padres y las madres que lo hacen , a veces sin querer. Frases como » me has decepcionado, si me quisieras no harías esto» es algo que desgraciadamente dicen muchos padres/madres, según me cuentan muchos chicos y chicas cuando los trato.

  1. Evalúa, junto a tu niña/a, el porqué de las notas. Sin gritar, sin regañar, escucha. No nos valen, por supuesto el » me tiene manía», «el profe es muy raro y no sabe evaluar», «si me hubieran subido medio punto no habría suspendido», «me suspende por hablar», etc. Sí nos valen » no entiendo las clases», » me pongo en blanco en los exámenes», «posiblemente me confié un poco», «sólo estudié la noche anterior», «no sé hacer la explicación más corta, tal como me la pide ( o más larga)», etc
  2. Intenta rescatar los esfuerzos hechos durante el trimestre, lo cual no significa que apruebes los tiempos de escaso esfuerzo que tú has observado ( técnica del sándwich)
  3. Analiza lo ganado en este tiempo: en qué ha madurado, si es más autónomo/a, etc. Analiza y encuentra lo que falta: comprensión de textos, razonamiento matemático, organización, materiales, apoyos….. No califiques fácilmente de «vagancia» lo ocurrido, las más de las veces es no saber por dónde empezar, es no saber qué hacer. Se imaginan todo lo que les queda por estudiar y se agobian, y se paralizan, y optan por no resolver nada, como si no existiera ( técnica del avestruz)…  y esto tiene que ver con un aprendizaje en solución de  problemas.
  4. Intenta poner los medios para que lo que falta pueda ser subsanado. Si es necesario, busca apoyo. Revisa nuestro post anterior, cómo ayudarlos a estudiar. Organiza con él/ella un plan de trabajo en estas vacaciones: hora de levantarse, desayuno, inicio del trabajo, descansos. Y asegúrate de que se cumpla. Felicítalo/a cuando lo cumpla. Que te cuente al final de cada día lo hecho y lo aprendido.
  5. No descuides los momentos que puedas compartir con ellos/as. No todo es estudiar en vacaciones. Intenta hacer planes a realizar juntos/as: ir a un museo, jugar a la pelota, hacer construcciones, cocinar, etc.( ello debe ser considerado en la organización) . Eso también es aprender. Por muy enfadado/a que estés por las notas, las vacaciones deben  ser tiempo familiar.

¡VÍVELO!

Separa un tiempo para estar con ellos/as, como dice Álvaro Bilbao en El cerebro de los niños explicado a los padres (Plataforma Editorial, 2015), «Con los hijos, el tiempo pasa, y sólo pasa una vez. Lo que dejes de hacer ahora no volverá. Lo perderás para siempre.» Esta Navidad no volverá, ni para ti ni para tu hijo/a. Disfruta este tiempo con tus hijos/as.

Que tu hijo/a sienta que con las notas que tenga, cualesquiera que sean, puede contar con tu apoyo y tu escucha. Lo cual no significa que estés de acuerdo en todo.

Habla con tu hijo/a, intenta saber qué le ha pasado este trimestre o este curso. Valora los crecimientos, anota las dificultades en avanzar, y analiza qué necesita para conseguirlo. Las dificultades pueden ir desde la falta de un horario de estudio, de organización de prioridades, de comprensión lectora, de razonamiento matemático, de atención-concentración, …

Revisa cuánta organización, lectura o práctica del razonamiento tiene como modelo en casa: ¿ te ve leer?, ¿eres curioso/a e intentas aprender de todo?, ¿permaneces hasta el final cuando quieres conseguir algo?, ¿eres constante, terminas lo que empezaste?,¿eres organizado/a con tu tiempo, o te ve ir gestionando todo a última hora?, ¿intentas escuchar y hacerte comprender a base de razones? ¿cuando se te presentan problemas los esquivas, los afrontas con estrés, o paras y te pones a meditar sobre estrategias de resolución de problemas?. ¿Qué es lo que tu niña/o ve como práctica habitual?

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